Fui a todos los psicólogos del mundo, ninguno pudo conmigo, hasta que llegó Pepe Bayona. Un ser espiritual que vivió décadas con chamanes de las selvas de Colombia. Fue un proceso de años con Pepe para que lograra sacar el POTENCIAL que había en mí y usarlo en pro del servicio.
Es por ello que luego de terminar mis estudios como psicólogo, me convertí en psicoterapeuta. Y durante muchos años me dediqué a ayudar a cientos de personas que sufrieran de todo tipo de abusos, desde abusos sexuales, físicos, psicológicos, de depresión y con tendencia suicida.
Paralelamente a ese capítulo de mi vida, me uní en convivencia durante 7 años en el Templo Budista Daishinji Zen Soto. Donde recibí la ordenación oficial como laico budista de mi maestro Densho.
Dicha vivencia hizo más claro mi propósito de ayudar a las personas a ser líderes más integrales desde la forma y el fondo de las comunicaciones. Porque mi lema siempre ha sido que liderar es comunicar, y quien no comunica, otros lideraran por uno.
Luego de varios años ganándole la guerra a la depresión y al suicidio, me hizo un total convencido que a veces se necesita de una pesadilla para despertar. Y que no hay mejor sueño que hacer los sueños, una realidad.